lunes, 21 de junio de 2010

Daiquiri


El alcohol no va conmigo,la cerveza me parece una bebida nada interesante,no tiene esa dulzura del chocolate ,ni el cuerpo del café,realmente ,no le encuentro un sentido a aquella bebida amarilla llena de espuma ,que solo llega a mi estomago si es que no hay nada más que tomar.


Y después de hablar de la cerveza,de la cual repito no soy hincha ,llegue un fin de semana al sabor de un Daiquiri de durazno (aunque no pude comer la cereza,me la quitaron :( ... abu ) ;que delicioso sabor, rico,además delante de un trago te pones a filosofar un rato,hay muchas personas que toman en grandes cantidades para olvidar las penas,aunque en mi caso cuando tomo,una vez a las quinientas , las penas todas dan vueltas.


Así delante de un daiquiri de rico sabor preguntaba si el amor puede ser como un trago corto,con un agradable sabor.Pero no es así,las malas relaciones se parecen mucho a las borracheras ,dan dolor de cabeza y ni quisieras recordarlas es recomendable.

Delante del licor las personas suelen decir un montón de cosas y hacer unas muy descabelladas,recuerdo a un compañera mía de estudio subir a bailar a la mesa de la discoteca,que sin una gota de alcohol ni lo hubiera intentado o una de mis queridas amigas,la cual me dijo de la a hasta la z ,obvio que la entendía estaba muy alcoholizada.
Y, frente a aquel trago naranja rosa,pensaba en mis penas y alegrías,y todas daban vueltas juntas.Era un momento de soledad,aunque tuviera compañía.Y en su dulce sabor encontré algunas respuestas.

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