Ella estaba allí,con aquellos ojos grandes ,ella con sus ojos te decia todo,cuando estaba contenta,cuando estaba molesta.
Y crecí,pero para ella seguía siendo su niñita,aquella bebé que amó desde la primera vez que vio y que aveces ya grande iba a su lado y recibía sus abrazos,esos abrazos de sus manitos gorditas,de las cuales siempre recibí una caricia.
Y iba a la universidad y le contaba mis problemas y me escuchaba sin juzgarme, recibía a mis amigos y amigas ,y aveces tenia un sexto sentido porque al hablar con las personas,sabia las intenciones que tenían. Nunca nadie que nos haya visitado en su presencia , se iba sin recibir un consejo de ella y un lonchecito ,o alguna comida.
Como vivíamos en el segundo piso ,un día empezó a decirme vecina:Buenos días vecina,Despierta vecina,Buenas noches vecina....
En un momento de su vida se volvió mi cómplice,mi amiga ,mi consejera,rezábamos juntas ,la extraño,es ausencia física de ella lo que me duele mucho,pero la esperanza de verle en la eternidad es lo que serena mi corazón.
Rosita ,a ti te gustaba todo lo que hacia,todas las locuras que hacia,me amaste tal y como soy...las estrellas brillan por ti allá en lo alto,sé que estás en un lugar donde ya no sufres por tus dolores,y debes de estar cuidando a algún niñito,porque esa era tu vocación ,cuidar.
Te quedré siempre,Rosita.
(03 de Junio de 1937-02 de Febrero del 2013)
